sábado, 25 de agosto de 2018

Huye...

Cuando el corazón calle, huye.

Huye para no caer preso en su cárcel. Aquella cárcel donde quedan varados todos aquellos sentimientos que un día se perdieron y fueron abandonados.

Aquellos sentimientos que se quedaron enclaustrados a los barrotes de la mendicidad esperando ser rescatados por alguien que los abandonó en las trincheras del amor, derrotados en guerra con una esperanza efímera y eterna de ser recogidos por un fantasma que ya ni existe.





No hay comentarios:

Publicar un comentario