miércoles, 31 de octubre de 2018

A ti que eres...

A ti que eres de coraza indestructible.
De corazón sellado y alma guerrera.
De cabeza de acero y valiente lucha.
De justicia sincera y palabra firme.
De razones incansables y miedos escondidos.  

A ti que eres dura con el futuro y frágil con el pasado, quiérete

A ti que eres de cabeza pensante y actos expontáneos, vive cada oportunidad y no te aferres a los recuerdos.

A ti...
A ti que mereces ser feliz.

domingo, 21 de octubre de 2018

Recuerdos...


Una canción de fondo, de esas que te traen a la mente todos y cada uno de los recuerdos más bonitos que tenemos en nuestra mente. Aquellos recuerdos que un día nos llenaron de una felicidad inmensa y que a día de hoy sólo podemos recordar con una sonrisa.

Las fotos son el momento estático donde quedan atrapados nuestros mejores recuerdos para el resto del tiempo de nuestras vidas, porque aunque muchas veces los guardemos en nuestra memoria… ciertos sentimientos nos nublan y  nos hacen distorsionar lo bonito que eran los momentos que se plasman en ellas.

Son los regalos del pasado, donde se guarda el amor y el cariño que se tiene hacia una persona, donde recordamos lo que nos importaba, porque nuestro corazón no olvida, pero a veces confunde y sobre todo castiga a nuestro pasado, por un presente que no quiere recordar y que solo quiere imaginar el futuro.




Nuestra isla...

   Que si tocas fondo, no te asustes, siempre hay un salvavidas con el que seguir flotando, aunque sea a la deriva, porque es ahí donde navegamos cuando nos estamos encontrando a nosotros mismos.
  Que no te importe lo que tardes en encontrar tierra firme, que no te importe cuánto tardes en encontrarte a ti misma, pues lo realmente importante es que llegues a buen puerto, ya que lo que importa es que llegues sabiendo quien eres, conociéndote y valorándote, y será así, tras un largo camino de tempestades y mareas, cuando te encuentres a ti mismo/a y con ello, encuentres tu isla.
  Cuando encuentres esa isla, estoy segura que no te importará el tiempo que hayas estado a la deriva, porque sabrás que el tiempo que has dedicado en ordenar tu cabeza y en aprender a vivir, y digo a vivir de verdad y no para otros, te darás cuenta que la espera habrá merecido la pena.